El 30 de noviembre los legisladores provinciales aprobaron la ley que regula las Bibliotecas Populares. El anteproyecto fue entregado en octubre de este año por los subsecretarios de Cultura, Marcelo Colonna y de Asuntos Públicos, Osvaldo Llancafilo, al gobernador Omar Gutiérrez en un acto que se realizó en el Salón de Acuerdos.
Colonna reiteró la importancia de la sanción y señaló que “el objetivo es actualizar la norma vigente con las necesidades de las bibliotecas de hoy, ya que fue sancionada en 1989, hace más de 20 años. No queríamos hacerlo solos, por eso encaramos este trabajo de construcción colectiva y de consenso con todas las bibliotecas de la provincia, para que el espíritu de esta nueva ley realmente les sirva a todos”.
Destacó su agradecimiento al subsecretario Osvaldo Llancafilo y equipo, “por su activa y responsable participación, lo que demuestra que una gestión basada en la interinstitucionalidad y apelando a la construcción colectiva siempre es beneficiosa para la comunidad”.
Entre los puntos más importantes de la ley está la revalorización de las bibliotecas populares: se las denomina asociaciones civiles, autónomas, creadas por la comunidad y dirigidas por sus socios, sin fines de lucro y en beneficio de la comunidad.
Se destaca su rol social y cultural fundamental, ya que se transformaron en verdaderos centros culturales; la posibilidad de que, con los subsidios actualizados de acuerdo al costo de vida, puedan además de adquirir material bibliográfico, adecuarse a la era digital y funcionar también como mediatecas.
También se crea un registro provincial de Bibliotecas Populares, en el cual se clasificarán de acuerdo a acervo bibliográfico, movimientos diarios de la biblioteca, cantidad de personal capacitado, cantidad de socios y demás.
Colonna también agradeció al diputado Pablo Bongiovani por su alocución en el recinto a favor de la sanción de la ley. Allí resaltó que “esta es una oportunidad única que tenemos como legisladores de participar y acompañar en la promoción de las bibliotecas populares, jerarquizando espacios de trabajo para nuestros escritores locales, artistas divulgadores de la lectura, educadores y diversos actores comunitarios”.
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