En el contexto de la evolución tecnológica, las personas suelen adoptar una de las siguientes tres estrategias para integrar innovaciones en su cotidianidad: 1) utilizarlas como extensión de habilidades preexistentes, tal como el empleo del teléfono para extender la comunicación
verbal; 2) recurrir a ellas para superar limitaciones físicas, ejemplificado en el desarrollo de aeronaves que nos permiten surcar los cielos, y 3) delegar tareas consideradas tediosas o de difícil aprendizaje, como optar por una grabadora para documentar reuniones, prescindiendo de la taquigrafía. Es común que, en la práctica, estas estrategias se combinen y den lugar a un aprovechamiento multifacético de los adelantos que redefinen nuestra existencia.

Autor

Andrés Ossa

Editor

Ojo de Lupa Editores

Idioma

Español