El Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), en aras de brindar asistencia técnica de calidad a los diferentes países de la región en sus proyectos, consulta la opinión de expertos como Constanza Mekis, Bibliotecaria chilena con cerca de 40 años de experiencia en bibliotecas escolares, con quien estuvimos compartiendo unos días en Bogotá, en el marco del desarrollo del proyecto para mejorar las bibliotecas escolares del Distrito Capital.
Esta apasionada por la lectura, los niños y los jóvenes, habla de las bibliotecas escolares y del desafío que tienen en la actualidad.
¿Qué es una biblioteca escolar y por qué es importante?
Constanza Mekis: Una biblioteca escolar, hoy día, es un espacio de felicidad, de entretención, donde los niños van y mediante la lectura, descubren un mundo nuevo todos los días. Es un espacio en el que se van dando pasos para que los niños se abran al conocimiento.
También los ayuda a ser mejores estudiantes. Un estudiante que lee va a ser más sensible con el otro, con lo que ocurre a su alrededor. Entonces, una biblioteca escolar puede transformar la vida de un estudiante en un verdadero ciudadano. Lo que se busca es que (los libros) se acerquen a los gustos e intereses de los estudiantes.
¿Por qué es importante incentivar la lectura en primera infancia?
CM: Cuando pensamos en la primera infancia la lectura es de vital importancia puesto que genera en los niños una apertura hacia el mundo que los rodea. Si nosotros les mostramos libros, les contamos historias, les estamos dando cuenta de objetos, personas, de la cotidianidad y si tenemos la lectura cerca (a través de ella) se le está mostrando la vida y eso, es un apoyo para su proceso cognitivo.
¿Cuáles son los principales retos de las bibliotecas escolares del Distrito?
CM: El principal reto es que el rector del colegio sea una persona que esté totalmente convencida de la gran importancia de este espacio, para el aprendizaje de los alumnos. El gran reto es que los profesores se suban al carro de la lectura y por cierto la familia. Descubrir su interés, escucharlos, conocerlos para saber que quieren leer por gusto.
¿En qué consiste el modelo de bibliotecas escolares que usted desarrolló en Chile?
CM: El modelo de bibliotecas escolares en Chile fue desarrollado en un concepto de cetro de recurso para el aprendizaje. Son espacios que contienen diversos recursos (instrumentos de aprendizaje), que están liderados por profesores y encargados de bibliotecas. También son espacios neurálgicos, están al interior de la escuela y tanto educadores como alumnos, son parte viva del encuentro y de aprendizaje.
¿Cuál es la diferencia entre el viejo concepto de bibliotecas y el que usted implementó?
CM: El concepto nuevo diría que está centrado en el lector, en el estudiante, en el niño, en el joven. Ya (lo importante) no son los materiales, ni los espacios, sino que se mira al lector y se busca responder a sus necesidades. Creo que es el foco de la importancia.
¿Por qué es exitoso?
CM: El gobierno mira la necesidad de responder con cifras, con fondos suficientes para generar los cambios. Es exitoso porque ha sido un programa que se ha desarrollado por más de 23 años, 6 gobiernos lo han apoyado, 17 ministros y cada vez se han hecho más estudios. Por lo tanto, hay información muy importante para todos los espacios que estén en situación de mejorar.
¿Mirar las estrellas es leer?
CM: Yo estoy convencida de que el acercamiento a la naturaleza nos genera un interés por leerla, por observarla por estar con ella. Tener esta gran compañía (nos incentiva) para después ir en búsqueda de elementos que nos pueden entregar los libros a través de otra lectura. Así que la naturaleza es lectura, leer libro es lectura, ver una película es lectura, mirar una persona y sus gestos también es una manera de leer el mundo.