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A propósito de la controversia entre Taylor Swift y Apple

Autor
Coordinación Comunicaciones
Fecha
5 noviembre, 2016

Por Alejandro Bríñez

En junio del presente año aconteció una de las mayores polémicas en el mundo de la música en lo que respecta al autor y plataformas de streaming. La famosa cantante Taylor Swift sorprendió al mundo con una carta a la gigante Apple donde manifestaba que retiraba su reciente álbum 1989 de Apple Music[1].

Todo inició cuando Apple Music ofreció una prueba gratuita de 3 meses de contenidos musicales a nuevos usuarios con el fin de que estos se trasladaran a la versión paga. Sin embargo, Apple no pretendía reconocer regalías a los artistas ni a los titulares del derecho de autor durante ese periodo.

En la carta de Taylor Swift a Apple se manifiesta que a pesar del importante socio que ha sido, la exitosa empresa tiene el dinero para pagar a artistas, compositores y productores por el periodo de prueba. Cree injusto que durante el mismo lapso de tiempo se le demande trabajo al artista sin pago alguno. Su parecer se basa en su preocupación por las nuevas bandas y artistas que sacan su primer sencillo y no obtendrán remuneración alguna bajo tal política.

Pero esta no es la primera vez que algo así sucede. En julio del año pasado, en una columna de opinión del diario Wall Street Journal, Swift manifestó su visión del futuro de la música. Su posición es que “la música es arte, y el arte es importante y raro. Las cosas importantes y raras son valiosas”[2], por tanto, el acceso a la música no debería ser gratis. Razón por la que retiraría su catálogo de Spotify. Con un optimismo entusiasta, como afirmó en la columna, predice que el artista individual pondrá el precio de su álbum. Esto radica en que el valor del álbum también se basa en el corazón y el alma que se deja en la obra, lo cual está relacionado inclusive con momentos de la vida del creador. Por tanto, todo ese esfuerzo no puede ser gratis.

¿Pero la posición de Swift tuvo algún efecto en la política de Apple Music?

Taylor al día de hoy es una de las cantantes más populares en el mundo del Pop, al punto de que su álbum 1989 estuvo en la cima de los más vendidos en el 2014[3]. También ha estado en el número 1 de importantes revistas de la industria musical como Billboard (Billboard Hot 100)[4] y ha estado en la lista Media Guardian 100 en el Reino Unido como la mujer más poderosa de los medios de comunicación, en el puesto 10[5]. Con esta fama, y su posición decidida, logró que Apple cediera en sus pretensiones en favor del pago a los artistas.

A partir de ahora, la Empresa pagará por el periodo de prueba como lo confirma el director de medios de la multinacional, Eddye Cue[6]. Con esto, Taylor confirmó que pondrá su exitoso 1989 en Apple Music[7], lo que no quiere decir que solo por esta plataforma se pueda adquirir esta obra; se puede hacer de igual forma por Google Play, Amazon y en su propia página.

Apple Music, con la política de suscripción que permite guardar canciones en dispositivos locales del usuario[8] no estaría respetando íntegramente el derecho patrimonial de reproducción y puesta a disposición del autor al no pagar regalías por los nuevos servicios que ofrece en esta nueva plataforma, a menos que haya llegado a ello a través de un contrato con los artistas, lo que no sucedió en su mayoría y parte del malestar se vio con Taylor al ejercer su derecho de retiro del mencionado catálogo.

Pero Swift no es la única que se opone a contenidos gratuitos. Bandas como The Black Keys o el mismo Prince tampoco tienen su contenido en otras plataformas de streaming como Spotify. Es más, algunos artistas se han ido a Tidal, la plataforma de streaming de los artistas, la cual fue lanzada el año pasado con gran apoyo de Rihanna y Madona, de actual propiedad del artista de rap Jay Z.

Estimar un pago apropiado a los artistas de música ha suscitado una controversia profunda desde que se presentó el cambio de negocio de venta de CD físicos a servicios de streaming.

Desde el punto de vista de los autores, el riesgo para el artista de poner su música en una plataforma gratuita es que no se vea recompensada su labor. Por otro lado, puede ser una gran oportunidad para otra clase de artista que busque comunicar masivamente su obra y espere escalar en el medio musical. No obstante, a estas dos posiciones las persigue la piratería que deja cuantiosas pérdidas al sector cultural.

Pero en principio, como dice Taylor Swift, la obra lleva el corazón y el esfuerzo del artista, por lo que su trabajo debería tener una remuneración adecuada, contando el potencial financiero de empresas como Apple que cotiza como una de las más exitosas en el mundo[9] y ha tenido grandes beneficios en el entorno musical, como por ejemplo con iTunes.

No se debe olvidar que todo nace en el ingenio y originalidad para hacer la obra. Sin la obra no hay discusión de todo lo acontecido, esta es el origen y el sustento de la industria musical; es la chispa que impulsa a las personas a buscar las canciones y a pagar por las mismas.

Desde luego, la controversia del pago adecuado no está cerrada. El mundo está a la espera de si la suscripción de los servicios de streaming convive con las peticiones del artista para que el medio musical goce de buena salud en un punto de equilibrio entre todos sus actores.

Edición: Manuel Muñoz.

[1] Carta de Taylor Swift a Apple. To Apple, Love Taylor. .

[2] Columna de opinión de Taylor Swift. The future of music is a love story.

[3] Página web de Taylor Swift. 1989 sells 1.287 millions in first week!

[4] Página web de Taylor Swift. Taylor Tops Hot 100 for Sixth Week

[5] MediaGuardian 100 Who are the most powerful people in the UK’s media right now?

Publicación de diciembre 8 de 2014.

[6] Ver tweets a partir de junio 21 de 2015. Perfil en Twitter de Eddye Cue:

[7] Ver tweets de junio 25 de 2015. Perfil en Twitter de Taylor Swift:

[8] Apple. Qué incluye tu suscripción.

[9] Revista Forbes. Apple.