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El artista frente a la lógica del mercado

Autor
Alejandro Florez
Data
6 agosto, 2018

El mercado cultural suele ser un lugar inhóspito y confuso para aquellos autores que no saben cómo comercializar sus obras. Le preguntamos al colombiano Alejandro Florez, Gerente de Literatura del Instituto colombiano Distrital para las Artes (IDARTES), qué debe hacer un artista frente a la lógica del mercado, aquí sus respuestas.

¿Qué es un autor?

Primero hay que diferenciar a un autor profesional de un autor amateur. Esto se define según las publicaciones que haya tenido una persona. Que tenga estudios, premios, incluso reconocimiento entre sus pares. Yo siento, y ya de manera muy personal, que un autor es aquel que tiene la posibilidad de crear una obra, que esa obra tenga el nivel de obra de arte ya es una discusión distinta.

Y tal vez ahí está el límite, no en la medida en que se crea una obra para el público sino en que la obra tenga un nivel que permita que el espectador se sensibilice.

Pienso, sin embargo, que el término es bastante relativo. Es difícil de acotar. Hay maneras de hacerlo y la institucionalidad también lo regula. Pero yo creo que cuando uno piensa en la autoría se refiere a alguien que produce una obra artística que nos hace sentir algo.

¿Cómo funciona la comercialización de una obra?

Frente al tema de la comercialización de las obras hay dos lógicas distintas, la lógica del mercado y la lógica del creador. El creador usualmente se guía por la lógica artística, porque producir una obra de arte, escribir un libro o hacer un dibujo son manifestaciones que surgen de la necesidad propia de expresarse. Hay algo dentro del artista que lo obliga a pronunciarse desde su práctica. Hay otras profesiones y otros eslabones dentro de esa cadena de producción que se encargan de comercializar la obra. Está el productor de la obra de teatro, está el agente literario, está el editor; estas personas tienen otros roles distintos y esos roles sí se deben regir por la lógica del mercado. Existen entonces dos lógicas complementarias que en ocasiones pueden parecer opuestas pero que no funcionan la una sin la otra.

¿Cómo crear públicos consumidores de cultura?

Yo creo que la formación de los públicos parte de hacerle entender a la gente que la obra de arte —el libro, el espectáculo— tiene un valor. Y ese valor está porque detrás hay un proceso de creación. Si la gente no entiende eso nunca vamos a tener un público verdadero.

Ese tema de que todo es gratis, de que el libro es regalado, de que el ingreso a la obra de teatro es libre; no permite que se formen hábitos de consumo de cultura en el país. Eso sí, hay que estimular a la gente para que vaya, darle facilidades. Las personas tienen que entender que todo cuesta y que hay que pagarlo de alguna manera. Así como la gente fácilmente paga por ir al cine pues que entienda que para ir a ver una obra de teatro también tiene que pagar.

Yo creo que hay maneras muy interesantes de afectar el mercado, generar nuevos públicos es más que solo abrir la puerta y decir “todo es gratis vengan y consuman”. Porque eso en últimas afecta negativamente la dinámica de la creación, si todo es gratis la cadena de la producción artística termina en una mera degustación del espectáculo.

¿Cómo debe relacionarse un autor con el mercado cultural?

Pues es muy importante que todo creador entienda su obra, hacia dónde va a ir y cuáles son las dinámicas a las que se va a enfrentar. Tiene que conocer las implicaciones legales de su trabajo, principalmente porque debe protegerse, debe proteger su obra. Yo creo en el derecho de autor yo creo que la gente tiene que entender que todo tiene un valor, que cuesta. La gente que escribe la gente que produce, el artista tiene que vivir de algo.

Sin duda, es importante que los autores conozcan las dinámicas del mercado para poder promover su trabajo. Creo que para un artista es muy frustrante hacer una obra y no tener dónde exhibirla, en este sentido es crucial conocer el mercado para saber a dónde ir, a quién le podría interesar lo que yo estoy haciendo. Esa es la tarea que hay que hacer cuando ya una obra está construida. Si yo escribo un cuento o escribo una novela o tengo un ensayo ¿cómo lo hago público? ¿Dónde lo voy a publicar?

En el caso de la escritura los autores no necesariamente empiezan por las grandes editoriales. Para todos es claro que en la historia de la literatura a los grandes escritores los primeros que los leyeron fueron sus amigos, y publicaron porque hicieron sus propias revistas y o sus propias publicaciones.

Una vez está terminada la obra hay unas preguntas básicas que el autor se debe hacer. ¿A dónde quiero que llegue mi obra? ¿A quién le puede interesar mi obra? ¿Cuál es mi público y dónde está?

¿Cómo promover la creación de nuevas obras que se integren al mercado cultural?

Lo que la gente necesita en las prácticas y en las expresiones artísticas es formación, yo creo que el deseo de escribir, o el deseo de pintar, el deseo de cantar o el deseo de bailar no es suficiente. La gente necesita formarse, necesita tener herramientas que les permitan ser mejores artistas.

Si logramos que la formación artística sea más asequible al público y que los nuevos autores creen obras que realmente reflejen lo que sienten, entonces tendremos mejor arte y más consumo cultural. Pero para eso se necesita rigor disciplina, constancia, esas herramientas son fundamentales para que un creador, en una ciudad como Bogotá , pueda expresarse a cabalidad, que pueda transmitir lo que quiere, lo que le gusta, lo que siente, lo que vive y lo que piensa. Esto para que después, conociendo la lógica del mercado, el arte llegue a su público.