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María José Frías, española creadora de la compañía ‘Títeres de María Parrato’, Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud

Autor
Cerlalc
Data
2 fevereiro, 2016

María José Frías, creadora de la compañía ‘Títeres de María Parrato’, ha sido galardonada hoy con el Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud correspondiente a 2016. Este premio, que concede anualmente el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, está dotado con 30.000 euros.

El jurado ha concedido este galardón a María José Frías “por su delicada poética en la creación de mundos escénicos que dialogan a la par con el niño y el adulto”, así como “por su sensibilidad en la invención de universos estéticos poblados de objetos que cobran vida”.

El jurado reconoce igualmente “la valentía y el riesgo en las temáticas que aborda, siempre desde la excelencia artística”.
Biografía

María José Frías Arevalillo (Cabezuela, Segovia, 1970) es licenciada en Bellas Artes, especializada en diseño, por la universidad Complutense de Madrid.En 1981 crea en Cabezuela (Segovia) la Compañía Kiriki, que posteriormente, en 1997, pasa a llamarse ‘Títeres de María Parrato’.

‘Títeres de María Parrato’ lleva más de quince años recorriendo los escenarios nacionales e internacionales con espectáculos destacados como Las andanzas de Pepitín, Hace muchas lunas, Canción de Navidad, El gato Manchado y la golondrina Sinha,No te asuste mi nombre, Ping. El pájaro que no sabía volar, Palabras de Caramelo, Caminos, y Gallinas y madalenas. Su espectáculo más reciente es la adaptación de la obra de Ernest Hemingway, El viejo y el mar.

Entre otras colaboraciones, la compañía ha impartido talleres de manipulación e interpretación en CIPEA (Centro de Investigación de Actores) y ha trabajado con otras compañías, dirigiendo o construyendo, como en la producción de Gurdulu Teatro, Pequeño, pequeño.

La compañía define su manera de acercarse al teatro, así:

“Queremos seguir jugando.
Parece que cuando dejas de crecer ya no se juega.
Ya hemos crecido pero es que queremos seguir jugando.
A lo mejor hay una forma de crecer que no se ve…
A lo mejor se puede crecer hacia dentro…
Quisiéramos tener toda la vida para jugar. Aunque somos adultos
tenemos esa necesidad de ser libres”.