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Entrevista CERLALC: Desarrollo de planes y políticas públicas de lectura en Brasil

En el marco de la visita del CERLALC a Brasil, el Centro adelantó una serie de entrevistas a diferentes personalidades ligadas a las políticas públicas de lectura en el mencionado país.

A continuación, presentamos la entrevista realizada a Fabiano Dos Santos Piuba, Secretario de Formación, Libro y Lectura del Ministerio de Cultura de Brasil.

CERLALC: Fabiano, ¿por qué la lectura debe ser un asunto de política pública?

Fabiano Piuba: Voy a recordar aquí a Affonso Romano de Sant’Anna, expresidente de la Fundación Biblioteca Nacional durante el proceso de redemocratización en Brasil. Nosotros teníamos en el país el Instituto Nacional del Libro, que fue creado en 1937, el mismo año en el que fue inaugurado el Instituto Nacional del Patrimonio Histórico Artístico Nacional. El Instituto Nacional del Libro era responsable de las políticas públicas establecidas para la implementación de bibliotecas en los municipios brasileños y la promoción de colecciones literarias, para que el libro pudiera llegar, también, a las escuelas, a las bibliotecas públicas y a otros centros culturales y educativos. Este Instituto fue cerrado en 1990 o 1991, y esta política migró a la Fundación Biblioteca Nacional, trayendo algunas responsabilidades para esta institución. Allí Affonso Romano creó el PROLER: el Programa Nacional de Incentivo a la Lectura y el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas. Además, recuerdo una anécdota que Affonso nos contó sobre las reuniones que sostuvo con algunos ministros de Cultura de la época:

En aquel contexto se empezaron a hacer algunos cambios, cada día más frecuentes, y él siempre tenía que explicar por qué el Ministerio de Cultura estaba trabajando con políticas de promoción de la lectura. Entonces, un día dijo lo siguiente a los dos ministros: «Ministros, cuando yo estoy hablando de lectura, yo no estoy hablando de lectura como tal, estoy hablando de ‘le-ctura’».

Esto se da por la ausencia de una comprensión hacia la lectura como una responsabilidad, una competencia de políticas públicas para los ministerios de y las secretarías de Cultura. Entonces, la pregunta que usted me hace tiene esa percepción: una política de libro, de lectura, de literatura y bibliotecas es una política que debe tener una centralidad en la lectura y en la formación. Yo le respondo con esa pequeña historia, hablando de la importancia de la lectura para la promoción y el desarrollo de una ciudad, de una provincia, de un país y, sobre todo, de una nación.

CERLALC: ¿Cuáles son los principales retos que se presentan al crear una política de este tipo?

F.P.: Nosotros tenemos en Brasil, incluso con la colaboración del CERLALC a lo largo de este tiempo, el Plan Nacional del Libro y Lectura. Es un plan que tiene su surgimiento en Ilímita, sobre el cual el CERLALC ha producido un material muy importante de varios tipos que, incluso, podrían ser modelos para los diferentes países y la construcción de sus políticas. En 2006, se creó el documento del Plan Nacional de Libro y Lectura como si fuese un regimiento interministerial de educación y de cultura.

Este se realizó en colaboración con estos dos ministerios para la creación del Plan, el cual tiene cuatro ejes importantes: la democratización del acceso al libro; la promoción de la lectura y la formación de los lectores; el incremento del libro, la lectura, la biblioteca, la literatura en el imaginario social y colectivo, los cuales son componentes de la comunicación y de la importancia del libro para la sociedad, la educación y la cultura, como algo esencial e imprescindible para el desarrollo regional; y el cuarto es el desarrollo de la economía creativa del libro: el mercado editorial, la producción editorial, la producción académica, las ferias de libros en el país, entre otros. Entonces, esos son los ejes de la política de libro y lectura en Brasil. 

Y en 2018 fue aprobada la Ley de la Política Nacional de Lectura y Escritura, similar a la que tienen países con planes de lectura como Colombia, por ejemplo, Argentina o Uruguay.

Ahora tenemos una dimensión, una acción o una percepción de la escritura en la promoción de esta política. Y también tenemos un desafío para la creación del nuevo plan del libro y lectura de manera participativa con la sociedad y con la federación de estados, municipalidades y alcaldías de provincias. Ese reto implica el desarrollo de ese plan y requiere establecer cuáles son las acciones y las metas para los próximos seis años. Ese va a ser un gran insumo para la política de libro y lectura en nuestro país, como una acción integrada, articulada entre los ministerios de Cultura y Educación, en adición con los estados de las provincias y las ciudades.

CERLALC: ¿Cómo cree que se pueden evitar los errores que casi siempre se generan al formular estos proyectos?

F.P.: El primer punto es el compromiso y la comprensión que deben tener los dirigentes de las ciudades, de las provincias y del país sobre el lugar y el papel de la política del libro y de la lectura para el desarrollo, en su sentido más amplio; así como la importancia que le deben dar a la creación de la institucionalidad a partir de las leyes, que pueden establecer mecanismos y herramientas vitales para una construcción de nuevas políticas de Estado.

Nosotros en América Latina tenemos muchas fragilidades por la discontinuidad de las políticas públicas. Parte de eso es por la ausencia de marcos legales. Entonces, nosotros tenemos, como una de las metas del Plan la implementación de estrategias, que nosotros aquí llamamos de ‘municipales y estatales’, para que tengamos una institucionalidad y para que los dirigentes y los gestores lo tengan como un instrumento en sus manos y así, puedan afrontar los desafíos y retos de los que estábamos hablando ahora. 

El otro es el financiamiento. Tener el presupuesto para desarrollar esas políticas es fundamental, no sólo para la implementación de bibliotecas comunitarias y municipales, sino también para la modernización de las mismas, la actualización permanente y continua de las colecciones y, sobre todo, de los programas culturales, académicos y artísticos en las escuelas, en las bibliotecas, centros culturales, además de los proyectos sociales de promoción de la lectura.

La lectura es una tecnología social, si queremos hablar así, que tiene un lugar, un espacio en todos los ambientes. No podemos limitar una política de libro y de lectura a solo una escuela o una biblioteca. La lectura está presente, también, en la familia, en los ambientes comunitarios y sociales.

Asimismo, esta política es una garantía, por decirlo de alguna manera, o una expresión económica, como la economía del libro o el mercado editorial. Las producciones literarias también son instrumentos que tienen impacto en el desarrollo local y en el PIB nacional. 

CERLALC: En el marco de los 20 años de Redplanes: ¿hay alguna otra forma en que Brasil pueda continuar aportando a la difusión iberoamericana de planes y políticas de lectura?

F.P.: Nuestra ministra, Margareth Menezes, viene a hablar de que el Ministerio de la Cultura regresó. Eso quiere decir que nosotros regresamos y lo hacemos con una posición y una postura política muy fuerte. Hoy el Ministerio de la Cultura tiene lugar dentro de la institucionalidad y de la agenda política e institucional del Gobierno Lula.

Ahora que el Ministerio se elevó, hay una posición política, social y económica también, con un presupuesto anual muy grande. Además, el Gobierno Lula y el Ministerio de la Cultura tienen una percepción y una prioridad en las relaciones con Centroamérica, América del sur y África. De esta manera, cuando hablamos de que el Ministerio de la Cultura regresó hablamos, también, de una relación y un enlace más grande con el CERLALC, porque nosotros comprendemos el papel del Centro para el desarrollo de la región en sus políticas de libro, de lectura, de bibliotecas y de derecho del autor. Para nosotros idear planes es muy importante para lograr la articulación, pero también para la cooperación entre los países, y la puerta es el Cerlalc.

CERLALC: Quiero cerrar con una reflexión suya sobre el Seminario de Cultura y Educación.

F.P.: El Seminario de Cultura y Educación es una realización del Ministerio de Cultura y del Ministerio de Educación del Brasil, que tiene el objetivo de articular e integrar las políticas entre los dos ministerios en dos espacios importantes: la formación artística y cultural en las escuelas, en las universidades y en ambientes diversos de promoción cultural y, también, en la política del libro, la lectura, la literatura y las bibliotecas en Brasil. Para nosotros, educación y cultura caminan juntas en la vida, mano a mano, por eso tienen que caminar juntas, también, en las políticas públicas.

CERLALC: Gracias, Fabiano.