Por Daniela Pérez Zúñiga

Como bibliotecaria documentalista, me encantaría poder indicarlas con un nombre más cool que fonéticamente sonara rimbombante en una sola palabra. Pero las tarjetas de vencimiento de préstamos bibliotecarios (date due card o date slip, en inglés) muchas veces pasan sin pena ni gloria en la vida de los lectores o en el entorno bibliotecario. Estas tarjetas compradas, con formato por defecto, en comercios especializados o producidas por cada biblioteca (ver Anexo 1) son definidas por el diccionario Merriam-Webster (2023) como «un bolsillo de papel pegado al final de un libro disponible para el préstamo en una biblioteca donde se estampa la fecha de préstamo o devolución».

Antiguamente en estas tarjetas (que podían ir o no dentro de un bolsillo de papel u opalina en la contracubierta del libro, según cada biblioteca) se registraba también el nombre del solicitante de ese préstamo junto con la fecha de devolución (timbrada o escrita a mano), para recordarlo con mayor facilidad y evitar morosidades. Sin embargo, hoy incluso hay bibliotecas que la omiten, embanderados con la automatización a través de los sistemas integrados, muy tecnológicos y a la par de nuestros tiempos, y también con la ecología del uso del papel en los procesos burocráticos.

El 2022 la Biblioteca Pública de Vancuver, Canadá, recibió un libro 51 años después de su fecha de préstamo. En buen estado de conservación, el material llevaba una nota de disculpas, por devolver «un poco tarde el libro», escrita a mano, junto a la tarjeta de préstamo que indicaba la fecha (ver Anexo 2). Hay otros casos como el de una devolución con 96 años de atraso (ver Anexo 3), e incluso arrepentidos lectores que han sumado billetes a estas tarjetas, aludiendo al hecho de que, hasta hace muy poco, era universal la noción dentro de las bibliotecas de cobrar multas por concepto de morosidad con montos diarios ¿Cuánto dinero hubiera tenido que pagar el usuario que devolvió 96 años tarde un libro a la St. Helena Public Library entonces?

Pero la pregunta relevante acá es otra. Entre las migraciones de información digital que cada cierto tiempo tienen las bibliotecas con sistemas de catalogación integrado, ¿cuál es la probabilidad de que, el registro de ese préstamo hecho 51 años atrás se haya conservado en la nube? En la práctica, siendo optimistas, es poco probable. Y es que, aun habiendo casos similares en el mundo con préstamos de más de 50 años, o de casi 100 incluso, que han sido devueltos, la única manera de determinar temporalidades en estos casos es a través de los registros análogos realizados en estas tarjetas de vencimiento.

Twyman (2008) menciona que hoy en día, las colecciones de impresos efímeros de hace décadas, o incluso siglos, cobran cada vez más interés en las bibliotecas, archivos y museos. Sin embargo, lo cierto es que las bibliotecas de todo tipo son constantes generadoras de documentación efímera que, rara vez, se pone en valor en sus mismos espacios de origen: papeletas de solicitud de préstamo de libros, folletos, flyers con información y normas de funcionamiento, fichas de inscripción de nuevos usuarios, fichas de préstamos interbibliotecarios, marbetes y códigos de barra, entre otros.

Como ejemplo, en el pasado también se usaban las fichas catalográficas, donde el catálogo con todos los títulos disponibles de una biblioteca cabía en pequeñas cajas que contenían tarjetas de papel ordenadas alfabéticamente para encontrar los libros buscados, como bien lo descubriera Holly Golightly junto a Paul Varjak en la película Breakfast at Tiffany’s (Paramount, 1961). Pero con la llegada de los catálogos en línea u OPAC (Online Public Access Catalog), hoy es curioso y poco frecuentes verlas siquiera como reliquias resguardadas dentro de sus mismas bibliotecas de origen. En casa de herrero…

Bonnet (2010) postula que:

los libros, a diferencia de algunos productos alimenticios o de otra naturaleza, no pueden guardarse para siempre en cajas de cartón o amontonarse. […] Para poder ser utilizados, tienen que estar dispuestos en estanterías de tal manera que se les pueda localizar. (p. 36-37)

Y precisamente en esta lógica de utilizar los libros (ser prestados, leídos, revisados, etc.) esta tarjeta de vencimiento cobra un valor clave al momento de realizar expurgo en una biblioteca, ya que el parámetro será que, aunque esté en perfectas condiciones, un libro que no se ha leído durante un tiempo prudente (digamos, más de 10 años) o que desde su disposición al público nunca fue solicitado, probablemente será quitado de la colección y dado de baja para dar espacio a otro ejemplar. En un primer acercamiento físico de la colección bibliográfica será este el que nos indique dicha información. Por tanto, este tipo de documentación será prueba tangible para la toma de decisiones presupuestarias respecto del desarrollo de colecciones dentro de una biblioteca, además de ser parte del proceso diario de circulación (préstamos y devoluciones).

Este ejercicio de utilizar documentos dentro de un libro para conservar registros de la información situada en el tiempo tiene un símil con el scrapbooking. Si bien, en esta técnica nos enfrentamos, generalmente, a un cuaderno o un libro en blanco para preservar distintos tipos de impresos, ilustraciones, dibujos o escritura (Cambridge Dictionary, 2023) a escala personal, está la intención también de resguardar elementos impresos que nos lleven a un momento y contexto específico, sea un viaje, un hito familiar o también como una práctica continua que ayuda a conservar recuerdos en el tiempo. Porque la práctica del scrapbooking comprende más allá de la mera recolección de documentos, sino que es un proceso que resguarda, comparte, da forma y construye sentido de aquello que registra lo cotidiano y efímero (Walling-Wefelmeyer, 2020). Y puede ser utilizada como metodología de trabajo para usar en la propia biblioteca (escolar de preferencia, pero puede ser también la biblioteca pública y la popular) y abordarla desde la recuperación de la memoria de ese espacio, la trayectoria de su impacto en la comunidad donde se inserta y poner en valor la labor silenciosa que lleva también el equipo bibliotecario.

Cuando llevaba casi un año trabajando allí y motivada por la celebración del día de los Patrimonios en Chile, en mayo del 2022, en la Elementary School Library del colegio Villa María Academy, pude concretar una pequeña exhibición que mentalmente partió mucho antes. Algo que me llamaba la atención desde un inicio era la trayectoria de la biblioteca adonde yo había llegado. Con un potente trabajo de fomento y mediación lectora realizándose durante más de 30 años, de pronto encontraba en este espacio algunas reminiscencias de su pasado: fotos, cartas, invitaciones, stickers, marcapáginas, piochas de Library Aides (ayudantes), chapas, cintillos del Hada Lectora, gorras del Día del Libro. Pequeños elementos impresos que se situaban en diversos momentos e ideas que pasaron por diferentes generaciones de alumnas del colegio. Y, por otro lado, revisando estanterías encontraba muchísimas tarjetas de vencimiento en libros antiguos que irían a expurgo sin duda, pero con fechas y nombres de alumnas desde los años 80, que, por mi mal de archivo al límite del mal de Diógenes, no quise desechar. «Algo podemos hacer con esto» le comentaba a mi colega bibliotecaria, mientras les pedía buscar tarjetas de préstamo antiguas en las contracubiertas de los libros a la legión de niñitas que querían ayudarme.

Finalmente, y por supuesto a escala escolar, a punta de cartulinas y disposición se dio paso a la exhibición patrimonial de la Biblioteca de Elementary School (ver Anexo 4), reuniendo todos estos elementos, cual Eric en Cuentos de la periferia (Tan, 2011) como un gran scrapbooking de recuerdos, para compartirlos con alumnas sin noción de historia e identidad escolar por culpa de una pandemia dañina sanitaria y socialmente. Con esto, muchas niñas de enseñanza media comenzaron a recordar sus propios cintillos de Hada lectora del prekínder y sus antenitas de la Fiesta de la Luciérnaga del kínder. Niñas de 2° y 3° básico se sorprendían con tarjetas de préstamo que tenían atrasos marcados con rojo («¡Miss, qué irresponsables!») y que eran tan antiguas que estaban de color café con fechas inimaginables para ellas porque eran de mucho antes que ellas o sus padres nacieran. 5° y 6° básicos preguntaban que cuándo vendrían más escritores como en las fotos de la exhibición y si podían postular para ser Library Aide y ayudar en la biblioteca. Profesoras y directivos recordaban los tiempos prepandémicos donde se hacían tantas actividades que eran el sello del colegio. Una comunidad escolar completa se reactivó entorno a la memoria, la historia, el paso del tiempo y el reconocimiento de sus propios recuerdos.

Y este sentido de lo efímero, lo cotidiano, los años que se viven tan intensamente en la infancia y que luego en la adultez parecen cinco minutos de vida, estas niñas, aún ansiosas y temerosas, encontraron nuevamente un refugio en la biblioteca, en los libros, en este espacio pequeño lleno de colores y magia que es su biblioteca. Y nuestra biblioteca puso en valor ese trabajo silencioso, de hormiga, que se lleva a cabo día a día, lleno de efímeros, de detalles. Llenos de ‘cinco minutos’ que al final arman una vida.

Bibliografía

Bonnet, J., y Stacey, D. (2010). Fantasmas de biblioteca. En: Bibliotecas llenas de fantasmas (pp. 120–135). Anagrama.

Date slip. En Merriam-Webster.com. Recuperado el 23 de julio 2023, en: https://www.merriam-webster.com/dictionary/date%20slip

Paramount Pictures. (1961). Breakfast at Tiffany’s. Estados Unidos. Recuperado el 23 de julio, 2023, en: https://www.youtube.com/watch?v=joi5SONNfu8

Scrapbook. En: Cambridge Dictionary. (n.d.). Recuperado el 23 de julio 2023, en: https://dictionary.cambridge.org/dictionary/english/scrapbook

Tan, S. (2011). Eric. En Cuentos de la Periferia (pp. 8–19). Barbara Fiore Editora.

Twyman, M. (2008). The long-term significance of printed ephemera. RBM: A Journal of Rare Books, Manuscripts, and Cultural Heritage, 9(1), 19–57. https://doi.org/10.5860/rbm.9.1.294

Walling-Wefelmeyer, R. (2020). The methodological potential of scrapbooking: Theory, application, and evaluation. Sociological Research Online, 26(1), 3–26. https://doi.org/10.1177/1360780420909128

Anexos

Anexo 1: fotografía de Date due, Elementary School Library, colegio Villa María Academy. Fotografía personal.

Anexo 2: fotografía de libro devuelto con 51 años de retraso y nota de disculpas. Vancuver Public Library en Instagram: https://www.instagram.com/p/CefJ4BJBehW/?utm_source=ig_embed&ig_rid=bbd7f4da-0ff7-4b65-a8ad-d04557c4347b

Anexo 2: fotografías de libro devuelto con 96 años de retraso y nota de prensa. St. Helena Public Library en Instagram: https://www.instagram.com/p/CsZuBN9MPCr/?img_index=2

Anexo 3: exhibición patrimonial Elementary School Library en colegio Villa María Academy. Fotografía personal disponible en: https://www.linkedin.com/feed/update/urn:li:activity:6935369845072900096/