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Mensaje de Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, con motivo del Día Mundial de la Poesía

Autor
Coordinación Comunicaciones
Fecha
21 marzo, 2017

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No tenemos alas, no podemos elevarnos,
mas tenemos pies para trepar y escalar
paso a paso, más y más,
las nubosas cumbres de nuestros tiempos.

En una época en que los retos a que nos enfrentamos, desde el cambio climático, la desigualdad y la pobreza hasta el extremismo violento, parecen tan ingentes, las palabras del poeta Henry Wadsworth Longfellow nos aportan esperanza.

Compuesta de palabras, coloreada con imágenes, tañida con la métrica perfecta, la poesía tiene un poder singular. El poder de arrancarnos de la vida cotidiana y recordarnos la belleza que nos rodea y la resiliencia del espíritu humano que compartimos.

La poesía es una ventana a la diversidad excepcional de la humanidad. En la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO se incluyen decenas de formas de expresión oral y poesía, desde el duelo poético Tsiattista de Chipre o la poesía cantada Ca trù de Viet Nam hasta Al-Taghrooda, la poesía cantada tradicional de los beduinos de los Emiratos Árabes Unidos y Omán. La poesía es tan antigua como el lenguaje, y en los períodos turbulentos es más necesaria que nunca, como fuente de esperanza, como manera de compartir lo que significa vivir en este mundo.

El poeta Pablo Neruda escribió que “la poesía es siempre un acto de paz”. La poesía es única por su capacidad de hablar a través del tiempo, el espacio y la cultura, de llegar directamente a los corazones de las personas de todo el mundo. Es un manantial de diálogo y entendimiento y ha sido siempre una fuerza para desafiar a la injusticia y promover la libertad. Como dijo Deeyah Khan, Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO para la libertad y la creatividad, todas las formas de arte, incluida la poesía, tienen la capacidad extraordinaria de expresar resistencia y rebelión, protesta y esperanza.

La poesía no es un lujo.

La poesía es una parte esencial de quiénes somos en cuanto que mujeres y hombres que vivimos juntos en el presente, nos valemos del patrimonio de las generaciones pasadas y somos custodios del mundo para nuestros hijos y nietos.

Hoy, al celebrar la poesía, celebramos también nuestra capacidad de unirnos en un espíritu de solidaridad para trepar y escalar “las nubosas cumbres de nuestros tiempos”. Necesitamos hacerlo para llevar adelante la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, para aplicar el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, para asegurarnos de que ninguna mujer ni hombre se quede atrás.

Irina Bokova