Por: Natalia Tovar
Paul McCartney presentó una demanda contra Sony/ATV para que la Corte Federal de Nueva York declare que a partir de octubre de 2018 el ex integrante de The Beatles sea títular del copyright de 267 canciones escritas cuando formaba parte de la banda.
Sony/ATV tiene el control de las canciones desde 1962, cuando Paul McCartney y John Lennon celebraron contratos en los que cedían sus derechos a cambio del pago de regalías. En virtud de un joint venture entre Sony y Michael Jackson realizado en 1995, los derechos sobre las canciones de The Beatles –que hacían parte de la colección ATV de Jackson- pasaron a formar parte de una nueva empresa que se denominó Sony/ATV. En 2016 los herederos del cantante vendieron su participación en la compañía a Sony Corp.
Las pretensiones de McCartney se fundamentan en una disposición de la ley estadounidense de Derecho de Autor de 1976. De acuerdo con esta norma, los autores que transfirieron sus derechos a terceros antes de 1978 pueden recobrar su titularidad después de 56 años, contados desde el registro de la obra.
El congreso adoptó dicha medida para que la ampliación del término de protección establecida en 1976, beneficiara a los autores o sus herederos y no se convirtiera en una ventaja inesperada de los cesionarios que negociaron los contratos antes de que el término de protección se extendiera.
La Corte Suprema del Reino Unido resolvió un caso similar en 2016, resultado de una demanda presentada por Sony/ATV contra la banda de rock inglesa Duran Duran. Los artistas pretendieron aplicar la legislación estadounidense de 1976 para terminar un contrato firmado con Gloucester Place Music Ltda., propiedad de Sony/ATV. En consecuencia, Gloucester aducía un incumplimiento contractual.
La Corte determinó que el acuerdo de Gloucester y Duran Duran se regía únicamente por la ley británica, por lo que los requerimientos de la banda para terminar el contrato no tenían validez alguna.