En la sede de la Cancillería, el Gobierno Nacional dio a conocer el primer informe cuatrienal presentado ante la Unesco que da cuenta de las políticas que protegen y promueven la diversidad de las expresiones culturales de nuestro país.
Durante el acto protocolario el Gobierno presentó a los colombianos el documento con el cual el país confirma, por un lado, que las políticas del Ministerio de Cultura en esta materia tienen un recorrido de más de dos décadas y, por otro lado, que éstas se encuentran en sintonía con el objetivo de la Convención de la Unesco de 2005 que busca fomentar y difundir los contenidos, bienes y servicios culturales nacionales.
El acto que tuvo lugar, este miércoles 17 de mayo en la sede de La Cancillería, contó con la presencia de la Viceministra de Cultura, Zulia Mena; Francisco Javier Echeverri, Viceministro de Asuntos Multilaterales de la Cancillería; Alcira Sandoval, de la Oficina Regional Andina Unesco; Giselle Dupin, Consultor Internacional y Adriana González, coordinadora del Grupo de Emprendimiento Cultural del Ministerio de Cultura, entre otros invitados.
Zulia Mena explicó que con la realización de este primer informe se confirma “el largo y significativo recorrido de la apuesta de un país por el desarrollo de las industrias culturales y creativas, aquí se compilan resultados positivos desde una perspectiva que acoge no solo a artistas y creadores, sino además que incluye otros actores de la cadena de producción como productores, distribuidores, exhibidores, gestores, managers y agentes entre otros”.
Sobre la Convención
En 2005, la Unesco aprobó la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales. Con ella se busca crear condiciones aptas para el libre desarrollo de la cultura, mediante la creación, producción, distribución, circulación y acceso a bienes y servicios culturales internacionalmente. Asimismo, busca generar espacios de diálogo entre los países que la suscriben —son 140— para fomentar la interculturalidad e incentivar un flujo equilibrado de los productos del sector.
La convención, además, busca que la formulación de las políticas públicas sectoriales tenga en cuenta todos los eslabones de la cadena de producción de bienes y servicios culturales, desde la formación, creación, producción, hasta la distribución y acceso.
En 2013, Colombia ratificó a la Convención en aras de lograr un equilibrio en el acceso de contenidos, bienes y servicios culturales de orden nacional frente al internacional. Los países suscritos deben presentar un informe periódico cuatrienal para exponer el estado de las políticas públicas.
Para la construcción del informe, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Relaciones Exteriores realizaron un ejercicio de identificación de agentes e instituciones cuyas iniciativas y políticas estuvieran en consonancia con los objetivos de la Convención. Es importante resaltar que muchas de ellas se vienen implementando antes de que Colombia ratificara el acuerdo en 2013. La presentación de este informe el próximo 17 de mayo, en el Salón Bolívar de la Cancillería colombiana hace parte del trabajo que el Ministerio de Cultura realiza en su condición de miembro de la Comisión Nacional de Cooperación con Unesco, cuya Secretaría Ejecutiva ejerce el Ministerio de Relaciones Exteriores y cuya presidencia está a cargo de la Ministra de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín Cuéllar.
Para Adriana González, coordinadora del Grupo de Emprendimiento Cultural del Ministerio de Cultura, “con la elaboración del primer informe cuatrienal, confirmamos que nuestras políticas y medidas están alineadas con los objetivos de la Convención de 2005, y su impacto ha sido positivo para el sector y la economía de la cultura. Ejemplo de esto, son entre otras, el marco legislativo para el desarrollo del cine, la Política de Emprendimiento y las Industrias Culturales, la Política de Comunicaciones, la Ley de Espectáculos Públicos y las iniciativas desarrolladas por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones”.
Según Francisco Javier Echeverri, Viceministro de Asuntos Multilaterales de la Cancillería, “como resultado de la ratificación de este instrumento, desde 2013 los emprendedores culturales del país han tenido la posibilidad de acceder a recursos del Fondo Internacional para la Diversidad Cultural de la Unesco que financia proyectos en las áreas del emprendimiento y las industrias culturales en países en desarrollo y cuya convocatoria en Colombia coordina la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Nacional de Cooperación con la Unesco. En 2016, un proyecto presentado por la Cámara de Comercio de Bogotá para el fortalecimiento de las capacidades para las industrias culturales en Bogotá recibió us$100.000, lo cual representa un impulso desde la Unesco al fortalecimiento de las empresas creativas y las industrias culturales”.
Algunas políticas y medidas que incluye el informe
Dentro de las políticas y medidas identificadas que han contribuido a la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales objeto de la convención 2005 y que harán parte del informe que Colombia entregará ante la Unesco, podemos mencionar, por un lado, las leyes de cine que han impactado desde un marco legislativo a la producción y consolidación de la industria cinematográfica colombiana.
La Ley 814 de 2003, busca propiciar un desarrollo progresivo, armónico y equitativo de la cinematografía nacional y, en general, promover la actividad cinematográfica en Colombia. Con ella las películas colombianas reciben estímulos económicos que provienen de un porcentaje del valor de la taquilla recaudada en las salas de cine. El abrazo de la serpiente, por ejemplo, única película colombiana nominada a los Óscar, recibió incentivos por $2.500 millones.
De esta manera, mientras en 2003 se estrenaron tres películas colombianas, en 2015 el balance asciende a 36. A 2016, La ley entregó a la industria cinematográfica a través del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico y los estímulos tributarios, la suma de 312.500 millones de pesos y se estrenaron 199 películas que llevaron a las salas 28 millones de espectadores.
La Ley 1556 de 2012, la cual promueve el territorio nacional como elemento del patrimonio cultural para la filmación de audiovisuales ofreciendo a las productoras un reconocimiento de las contraprestaciones cuando finalicen los compromisos de producción o posproducción de la película en Colombia: 40% del valor del gasto que realicen en la contratación de servicios nacionales de preproducción, producción y posproducción; y el 20% del gasto que realicen en hoteles, alimentación y transporte.
Desde el año 2013 hasta el primer semestre de 2016, se ha rodado en el país un total de 22 proyectos internacionales y se ha generado una inversión de productos y servicios colombianos de 86.116 millones de pesos. En términos de empleabilidad, hasta el 2015 se registra la contratación de 10.394 personas colombianas.
Otra de las medidas a resaltar es la Política de Comunicaciones implementada por el Ministerio de Cultura en el año 2010, que busca fomentar la producción de contenidos culturales por parte del sector de creadores de la comunicación. Esta política entre otras acciones, le ha apostado a las radios comunitarias, a mejorar la calidad de la producción de televisión en región y a generar estrategias de circulación de los contenidos culturales audiovisuales apoyadas por el Ministerio. Para implementación de esta política, la inversión entre 2012 y 2017 asciende a $1.500 millones para fortalecer los contenidos y la divulgación de estos espacios.
La Ley de Espectáculos Públicos de 2011 es otra de las apuestas importantes de política sectorial en el país. Esta Ley tiene como propósito formalizar y fortalecer el sector de los espectáculos públicos de las artes escénicas en Colombia. Como resultado de la implementación de la Ley de espectáculos públicos, 21 entidades territoriales han ejecutado $33.510.481.223 recursos de la contribución parafiscal cultural. El año con mayor ejecución de recursos por parte de los municipios y distritos ha sido 2016, cuya suma asciende a $12.131.491.301.
En cuanto a la economía cultural y creativa, la Política de Emprendimiento Culturales Industrias Culturales diseñada e implementada en 2009 ha permitido que exista un entorno favorable para el desarrollo y la sostenibilidad del sector en el país, generando condiciones que incentivan a la creación y el fortalecimiento de emprendimientos y empresas culturales sostenibles, como factor relevante para el desarrollo local.
Desde su nacimiento, la política ha permitido la implementación de diversos programas de capacitación en emprendimiento cultural que han impactado aproximadamente a 9.500 personas y 3.200 organizaciones en todo el país. Entre 2011 y 2016, a través de Bancoldex se han entregado 74 créditos blandos por $4.139 millones a micro y pequeñas empresas culturales.
Asimismo, se han apoyado algunos de los mercados culturales que tienen cita anualmente en diferentes regiones del país y que buscan el fortalecimiento a la circulación e intercambio de bienes y servicios culturales a nivel nacional e internacional. Se han generado estrategias de cofinanciación que han permitido que 300 empresarios participen en escenarios de circulación como Womex, el Mercado de las Industrias Culturales del Sur Micsur, Mama, Performing Arts Market of Seul, entre otros.
Adicionalmente, se ha impulsado la generación de información y conocimiento sobre el impacto económico y social de las industrias culturales en el país, con el objetivo de brindar insumos para la formulación de políticas públicas culturales.
Retos que propone el Informe
Aunque son evidentes los avances que arrojan la implementación de estas políticas, leyes y medidas, existen desafíos para potencializar el sector. Uno de ellos es fomentar estrategias de articulación entre instituciones a nivel nacional y local que propicien mejores escenarios para el desarrollo empresarial del sector.
También sugiere crear programas que permitan expandir los canales de circulación de bienes y servicios culturales, para fomentar el desarrollo de las empresas colombianas del sector y estimular el consumo de productos nacionales.
Este informe por lo tanto, será una herramienta de gran importancia para la generación de políticas, la toma de decisiones públicas y privadas. Asimismo, un derrotero para trabajar en estos y otros retos del sector en la próxima década.