La Biblioteca Nacional de España acogió, el pasado 10 de enero, la presentación del estudio La lectura en España. Informe 2017 que contó con la presencia del Secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, y del presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Daniel Fernández, que estuvieron acompañados por Ana Santos, directora de la BNE, Antonio María Ávila, director ejecutivo de la FGEE, y José Antonio Millán, coordinador del estudio
Un recorrido en torno a la lectura
Se trata del tercer estudio, tras las ediciones de 2002 y 2008, elaborado por la FGEE, con la colaboración del Ministerio, que en esta ocasión ha contado con las voces de doce expertos que desde ámbitos muy diversos analizan la evolución sufrida por la lectura en nuestro país en los últimos años.
Ana Santos comenzó la presentación recordando que la lectura es un “derecho ciudadano, fundamental, que debe acompañar a las personas a lo largo de toda la vida”, para dar paso a José Antonio Millán, encargado por tercera vez de coordinar un estudio que busca reflexionar sobre los elementos que influyen en el desarrollo de la lectura en España, ya que como él mismo afirmó es muy complicado estudiar la lectura explicando que lo que pretende este informe es acercarse a muchos aspectos que la rodean porque en el fondo la luz que arrojan encuestas, indicadores y estudios no van a conducirnos nunca a comprender qué pasa en ese “encuentro íntimo que tiene lugar entre el texto y el lector”.
En su intervención, Millán hizo un breve repaso por el contenido del informe, que se abre con las aportaciones de Alberto Manguel, escritor y director de la Biblioteca Nacional de Argentina; y Darío Villanueva, director de la Real Academia Española. Respecto a la primera parte del informe, centrada en la situación acutal, señaló que si bien no sabemos cuáles son los libros más leídos, en este primer apartado se analiza un indicador muy importante como es la oferta editorial, que muestra que el número de títulos disponibles no ha dejado de crecer en los últimos 5 años, situándose en los 586.811 títulos vivos durante 2015 como recoge el informe, lo que representa una oferta editorial muy rica y variada. Sin embargo, también recordó que desgraciadamente el número de librerías han disminuido en los últimos años como se apunta en la parte referida a los puntos de venta de libros y publicaciones periódicas, siendo todavía más espectacular la dismunición de los puntos de venta de prensa y revistas.
En cuanto a las bibliotecas, José Antonio Millán recuerdó que han experimentado dos descensos muy importantes: en el número y en la inversión de adquisiciones por habitante, que han sido desiguales dependiendo de las Comunidades Autónomas. Pero no todo son malas noticias, en el apartado referido a los hábitos lectores y políticas habituales de lectura, se apunta que en los últimos años ha subido progresivamente el número de lectores frecuentes, que según el estudio en 2012 se situó en el 47,2%. Aunque en contraposición, los indicadores también muestran una masa importante de población que manifiesta que no lee nunca, pero advirtió que las estadísticas sobre lectura deben ser tenidas en cuenta con mucha cautela por la propia percepción que tienen los encuestados sobre qué es la lectura, que puede identificarse sólo como lectura de libros.
Como explicó el propio coordinador del estudio se trata de una curiosa “paradójica cuántica respecto a la lectura” que, por otro lado, permite entrever dos tipos de lectores que se relaciona con las “habilidades lectoras avanzadas” y aunque este aspecto no se recoge en el informe, permite visualizar por un lado a una parte de la población que está accediendo a la lectura de forma continua y en todos sus soportes creándose un bloque de lectores frecuentes y en todas las formas posibles, frente a otro bloque de población que no se acerca a la lectura por desinterés o por falta de las habilidades necesarias y que se van quedando fuera de la actual sociedad del conocimiento.
El informe dedica dos capítulos a analizar la relación de la lectura y el sistema educativo porque como mencionó José Antonio Millán es ahí “donde se sientan las bases de las prácticas lectoras”. En su opinión, el informe refleja la posición que ha perdido la lectura con la última de Ley Educativa, mientras que el apartado dedicado a las bibliotecas escolares se muestra su estancamiento, si no retroceso, en los últimos 5 años. Asimismo explicó que el estudio recoge la transformación y readaptación que están viviendo las librerías, y aunque lamentablemente algunas han cerrado, también es interesante ver que se abren otras nuevas.
Millán señaló que en esta nueva edición del informe se ha incorporado un apartado nuevo dedicado a los clubes de lectura porque era necesario abordar la gran expansión que están viviendo. Aunque es imposible cuantificar cuántos hay con total precisión, lo que parece innegable es que en los últimos quince años se han extentido por todo el país y están presentes en los diversos ámbitos como bibliotecas, librerías, hospitales, cárceles, centros educativos, etc. a pesar de las previsiones negativas por el supuesto carácter individualista del lector en España. Éste es uno de los fenómenos más significativos para José Antonio Millán, que la lectura no sólo vive en un montón de espacios, sino que además se ha hecho social. Esta dimensión social se completamenta en la Red con la recomendación de libros a través de los youtubers, los blogs y otros sitios específicos donde se recomiendan lecturas que también se ha analizado en otro de los capítulos del informe, al igual que los vaivenes o trasvases que sufre el mundo del libro hacia otros mundos como el cinematográfico o la televisión, un fenómeno que según Millán no es nuevo pero que en la actualidad es muy recurrente como demuestran fenómenos como Harry Potter mostrando que hay “vasos comunicantes” entre la lectura y otros medios generándose nuevas formas de leer y de crear que han dado lugar a lo que en el informe se denomina “translector”.
El estudio se cierra con un artículo en el que el propio José Antonio Millán explica qué tipo de lector es el mismo con el objetivo de hacer “una aproximación etnográfica de la lectura, es decir qué hacen los lectores, no que contesten a una encuesta, no qué es lo que nos parece que hacen” porque entiende que lo importante es hablar con los lectores. Este apartado, aunque centrado en su experiencia lectora personal, confía en que sirva para que se vea la complejidad de la lectura hoy en día por la variedad de soportes, fuentes, modalidades…
Para Millán el informe muestra tres conclusiones básicas: por un lado, no tenemos estudios o están atrasados y se necesitan trabajos cuantitativos y cualitativos porque hay que hacer “etnografía de la lectura”; la acción de Ministerio para fomentar la lectura en la educación y en las bibliotecas, especialmente en las escolares, sigue siendo imprescindible ; y por último, es fundamental colaborar con las empresas tecnológicas.
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