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Prácticas de intervención política en el ámbito de la mediación cultural: Festival de Poesía Sudaka: marica, machorra y trava

Autor
Wara Andina Godoy Ruiz
Fecha
30 enero, 2024

Por: Wara Andina Godoy Ruiz

Según Munita, autor del libro Hacer de la lectura una experiencia (2020), la mediación lectora desempeña un papel fundamental en la formación de los lectores, ya que permite que los niños y jóvenes se sientan atraídos por el mundo de la cultura escrita. En este contexto, la mediación lectora se refiere al trabajo de diversos actores sociales y educativos cuyo objetivo es ayudar a otros a disfrutar de los libros. Esta labor es una herramienta clave para fomentar el hábito de la lectura y desarrollar habilidades para leer en comunidades diversas.

Por consiguiente, la experiencia enriquecedora de la lectura se refiere a la posibilidad de disfrutar de esta de una manera profunda y significativa, en la que el lector, de forma autónoma, se sienta interpelado por el contenido de los textos. Para lograrlo, es esencial que los mediadores promuevan la lectura como una actividad placentera y ayuden a la diversidad de públicos a construir interpretaciones sólidas y potentes de los libros, permitiéndoles adentrarse en las diversas capas de significado que las obras contienen. Esto contribuye a desarrollar un sentido crítico y reflexivo sobre el mundo que nos rodea. En palabras del autor, «Una buena mediación es aquella que se adapta a los objetivos específicos de su contexto de actuación» (Munita, 2020, 68). Cada práctica de mediación lectora es estratégica y debe adaptarse al contexto, fomentando competencias relacionales como el afecto, la emoción y la motivación entre los lectores. Esta vinculación da sentido a la actividad y permite crear comunidad alrededor de los libros a través de una experiencia transformadora. (Munita, 2020, 81)

En Bolivia, la oferta cultural relacionada con el libro se extiende a lo largo del año en diferentes ciudades, destacando las ferias del libro departamentales como la forma más difundida y representativa de promoción de la producción editorial en el país. Durante los últimos quince años, diversas ferias, festivales, encuentros y foros literarios han centrado sus esfuerzos en estimular las reflexiones sobre el mundo literario, la circulación de los libros y los autores más allá de las ferias tradicionales, organizadas por las Cámaras del Libro de cada departamento (sector privado) y el Ministerio de Culturas del Estado Plurinacional de Bolivia (sector público). 

Dentro de estas acciones de impulso a la circulación del libro mencionadas se han promovido múltiples iniciativas de programación cultural que acompañan los eventos de promoción de la producción editorial y literaria mediante actividades específicas dirigidas a nuevos públicos. Sin embargo, ninguna de estas instancias ha incursionado en un programa de mediación que se adapte a los objetivos específicos de su contexto para ofrecer la experiencia de lectura transformadora y crítica.

En este panorama de circulación del libro, en especial en el ámbito literario en Bolivia, los canales «independientes»  de promoción del libro diferenciados de los canales «oficiales» no han consolidado una continuidad que permita una proyección para ampliar los acercamientos de la diversidad editorial a nuevos públicos. En el mejor de los casos se basa en alianzas, en muchos casos esporádicas, entre agentes del sector cultural para promover la figura del libro y sus autores mediante el contacto directo con los lectores, además de la venta de libros.

Gracias a la apertura a los medios de producción y distribución, el panorama de diversidad literaria ha crecido a lo largo de estas dos últimas décadas y esto ha derivado en experiencias editoriales «autogestionadas», «alternativas» y en algunos casos «artesanales». De esta manera, nuevas iniciativas ligadas a la difusión y el consumo, tanto públicas como privadas, han dado lugar a encuentros de diversa índole para agrupar a estos nuevos emergentes actores culturales entre los cuales podemos destacar eventos como la Feria de Edición e Impresión Independiente Tinta Quemada, FLIA La Paz, la Contra feria del libro en La Paz, el Festival transfronterizo de poesía Panza de Oro, la Feria de la edición e impresión independiente Enjambre de Libros, por mencionar algunos ejemplos. Otra muestra de gestión pública ligada a estos proyectos es Suma Lectura y La Paz Lee, dos eventos del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz con una misión muy clara por articular distintos actores del ecosistema del libro como bibliotecas, librerías, editoriales con lectores pero que, hoy ya no tienen continuidad. 

Dentro de este contexto, un festival disruptivo ha posicionado a la poesía como su territorio y la disidencia sexual como lugar de enunciación para repensar un nuevo espacio editorial en esta región andina. Y, sobre todo, ha sido capaz de convertirse en un espacio de confluencias con una perspectiva y posicionamiento claramente diferenciado de los circuitos oficiales e independientes del libro e incluso emancipándose de la idea de un territorio fronterizo. Este Festival postula nuevas formas de producción, difusión, circulación y también consumo. Dadas estas características, el desarrollo orgánico de iniciativas de mediación lectora ha sido una prioridad para sus gestores.  

El Festival de Poesía Sudaka: marica, machorra y trava surge el año 2018 gracias a las gestiones de los poetas y gestores culturales bolivianos Edgar Soliz Guzmán, César Antezana y el productor y gestor cultural argentino Leandro González. La primera edición de este evento se celebró en La Paz, Bolivia, del 12 al 14 de septiembre de 2018, durante tres días en los que se llevaron a cabo lecturas, charlas y actuaciones en tres espacios culturales de diversa índole: La Casa del Poeta, el Centro Cultural de España en La Paz y el Almatroste Trans/Cultural. El Sudaka tuvo una segunda versión en 2022 con características muy similares. 

Este Festival se erige como un valioso espacio de mediación cultural debido a su enfoque innovador y su capacidad para emplear diversas estrategias que promueven la lectura y la apreciación de la palabra escrita. Más allá de ser simplemente un evento literario, el festival abraza la diversidad y la disidencia sexual, reivindicando un lugar de enunciación desde el cual se reflexiona sobre el trabajo literario. Una de las estrategias clave que emplea es la organización de actividades lúdicas en torno a la lectura, lo que permite que el público se involucre de manera activa y se sienta atraído por la lectura de una manera placentera. Además, la lectura en voz alta, un componente esencial del festival, contribuye a crear un ambiente de participación activa, donde lxs escritorxs comparten sus obras de manera cercana y auténtica con el público. Estas prácticas no solo fomentan el hábito de la lectura, sino que también crean un espacio de diálogo y reflexión enriquecedor que trasciende las fronteras convencionales de la promoción literaria, brindando una experiencia donde la lectura en voz alta, la performance, la fiesta y la feria se convierten en elementos vitales para brindar una experiencia de lectura a sus visitantes. 

Según el texto de presentación del Festival, su enfoque se centra en el concepto ‘sudaka’ como una manera de repensar la identidad latinoamericana a través de la escritura, en especial la poesía y la disidencia sexual. Esta forma de abordar la creación poética implica utilizar la palabra ‘sudaka’, históricamente asociada a la marginalidad, la migración, lo indígena y la disidencia sexual (como ‘maricas’, ‘tortilleras’,  ‘travas’, entre otros). En palabras de lxs organizadorxs: «Este nombrar, como función del lenguaje poético, o nombrarse en lo sudaka supone asumir la carga peyorativa, deconstruirla y resignificarla para nombrarnos en la palabra y posibilitar un nuevo espacio sudamericano, casi como una territorialidad, la poesía».  

En este sentido, el eje desestabilizador de su identidad ha permitido desarrollar micropolíticas más activas en el ámbito de la cultura literaria boliviana actual y los objetivos de mediación de dicho festival han permitido generar contacto entre escritores y públicos marginalizados en cualquier otro espacio de promoción editorial o literaria. Para Munita (2020), la lectura y la escritura pueden ser herramientas políticas, en el sentido de que permiten a los ciudadanos participar de manera más activa en la vida pública y expresar sus opiniones de manera más efectiva. Para el desarrollo de este Festival, la mediación lectora realizada de forma orgánica no solo se enfoca en la promoción de la lectura y la escritura a través de la poesía, sino que también busca fomentar la reflexión crítica sobre los temas sociales, políticos y culturales que afectan a la sociedad. Como consecuencia, tenemos un público muy diverso, que atento a su programación puede nadar con cierta soltura en las aguas de la poesía, y encuentra en ella una herramienta de diálogo consigo mismos y de participación social y ciudadana. 

Si bien ya habíamos mencionado el carácter disruptivo de este Festival, es necesario ahondar en lo que implica crear esta plataforma por parte de sus organizadores, quienes guardan una profunda convicción política por reivindicar el lugar de enunciación desde donde reflexionan su trabajo literario. Eso ha permitido que el Festival atraviese geográficamente los espacios convencionales de este tipo de eventos y que además proyecte el lenguaje poético en nuevas formas para compartir su apreciación, como el performance, por ejemplo.  

Una característica destacada del Festival, que lo distingue y le otorga una posición única, es su dedicación a la publicación literaria. Dentro de la programación, la Feria del Libro Sudaka se convierte en una plataforma que permite la circulación de libros que no suelen encontrarse en librerías, ya que no se ajustan a los circuitos comerciales debido a las limitaciones del medio. El Festival también presenta una antología que incluye a los participantes, lo que la convierte en una referencia importante para los poetas invitados. Además, para muchos de ellos, esta antología representa su primera publicación literaria.

Según lxs organizadorxs del festival, «la esencia del evento reside en el poder de la palabra y su continua redefinición, la intersección entre la escritura poética y la política, la exploración del lenguaje en sus múltiples formas y cómo todos estos elementos impactan en la percepción del cuerpo, la sexualidad y, por supuesto, en la literatura, nuestras literaturas». En este contexto, la mediación lectora se erige como una herramienta fundamental de este festival, compartiendo lecturas donde todxs lxs visitantes que son parte pueden participar de manera activa en la esfera pública y expresarse en un entorno que celebra la diversidad. 

En conclusión, El Festival de Poesía Sudaka marica, machorra y trava propicia un ejemplo de mediación orgánica donde lxs lectorxs se convierten en sujetxs en movimiento dentro de una experiencia enriquecedora. La lectura no es estática ni pasiva, sino un proceso dinámico que involucra la interacción activa del lector con el texto (Munita, 2020, 87). A medida que el lector se sumerge en las páginas de un libro, se embarca en un viaje intelectual y emocional que le permite explorar diferentes mundos, perspectivas y emociones. Esta experiencia enriquecedora no solo fomenta la comprensión y la empatía, sino que también estimula el pensamiento crítico y la reflexión. Así, la lectura se convierte en una herramienta poderosa para el crecimiento personal y la participación activa en la sociedad, permitiendo al lector moverse a través de las palabras y las ideas con libertad y profundidad.

Bibliografía

Antezana, César: Soliz, Edgar (3 de noviembre de 2018). “Poesía sudaka, un manifiesto desde las disidencias sexuales marginales». Recuperado de https://muywaso.com/manifiesto-poesia-sudaka/

Munita, Felipe. (2020). Hacer de la lectura una experiencia: reflexiones sobre mediación y formación de lectores. Recuperado de [https://webcursos.uai.cl/mod/folder/view.php?id=2207605]

Soliz, Edgar (7 de septiembre de 2018) “Festival de poesía sudaka, marica, machorra, queer y trava. Pensar – hacer lo sudaka como un territorio poético”. Recuperado de https://laubreamarga.martadero.org/2018/09/07/festival-de-poesia-sudaka-marica-machorra-queer-y-trava-pensar-hacer-lo-sudaka-como-un-territorio-poetico/

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Acerca de la autora

Wara Andina Godoy Ruiz Estudiante del Diplomado en Cultura Escrita y Formación de Lectores en la Universidad Adolfo Ibáñez

Wara es corporativa egresada de la Universidad Privada Boliviana. Tiene un diplomado en Políticas editoriales y proyecto cultural por la Universidad de Buenos Aires y otro denominado Mapa de guerras: el catálogo editorial como producción de conocimiento político-militante otorgado por la CLACSO. Actualmente trabaja como gestora cultural y librera independiente. Desde marzo de 2023 dirige la plataforma cultural autogestionada La Audacia que busca circular libros audaces dentro y fuera de Bolivia.

En cuanto al libro, ha trabajado como responsable de biblioteca en el Centro Cultural de España en La Paz, Municipal de La Paz y como programadora de la Feria Internacional del Libro de La Paz. Su trayectoria en gestión cultural se desarrolló en la Unidad de Museos Municipales del Gobierno Autónomo de La Paz, así como en la organización de múltiples eventos culturales y artísticos del área pública y privada.